Subida mtb Lavaderos de la Reina S.Nevada

Los Lavaderos de la Reina es, desde hace unos años, una de las rutas fijas en el calendario. Siempre en primavera, realizamos este espectacular recorrido de casi cien kilómetros y dos mil metros de desnivel, que nos lleva a contemplar uno de los rincones más impresionantes de Sierra Nevada en el momento en el que se produce una explosión de agua, sonido y color. En cuanto empieza el deshielo, estamos deseando ver desde la capital la Loma de la Cuna de los Cuartos limpia de nieve para recorrerla.

Los Lavaderos de la Reina es, desde hace unos años, una de las rutas fijas en el calendario. Siempre en primavera, realizamos este espectacular recorrido de casi cien kilómetros y dos mil metros de desnivel, que nos lleva a contemplar uno de los rincones más impresionantes de Sierra Nevada en el momento en el que se produce una explosión de agua, sonido y color.

Acumulación de nieve

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El recorrido, saliendo desde Granada, consiste en ganar la población de Güejar Sierra, a la que accedemos por la pista que discurre junto al Genil, hasta el embalse de Canales, para proseguir por asfalto hasta Güejar Sierra.

Tras rellenar el agua de nuestros bidones y reponer energías, salimos de la localidad en dirección a Maitena, desviándonos a la izquierda por una fuerte rampa que nos llevaría hasta el Cortijo Balderas y el Collado del Alguacil si no fuera por que a un par de kilómetros abandonamos la ascensión para dejarnos caer hasta el lecho del río Maitena, en el paraje denominado Molino del Coto.

Es el momento de armarse de paciencia pues toca afrontar lo más crudo de la ruta, por delante de nosotros, tenemos ocho kilómetros de subida con más de 900 metros de desnivel en los que invertiremos una hora y media aproximadamente. La pista, a pesar de presentar muchos cruces no reviste dificultad, pues siempre seguimos el trazado principal. Esta subida, aunque penosa, nos ofrece ciertos lujos, como por ejemplo, echar la vista atrás y divisar allá en lo hondo Granada, el Pantano de Canales y el propio Güejar Sierra, pero será al llegar a la caseta del ICONA, donde ganamos la cresta, cuando recibimos nuestra recompensa, los grandes nortes de Sierra Nevada, Alcazaba, Mulhacén y Veleta, se muestran pletóricos frente a nosotros con una panorámica completa y limpia, en la que se observan en toda su majestuosidad las cumbres más altas del macizo, para mi, uno de los mejores sitios para contemplarlos.

Desde este punto, parece que el camino es menos pendiente, quizá se deba a que vamos acompañados por estas magníficas vistas durante un rato, hasta que dejamos la cresta a la derecha, junto a la cadena y cambiamos de vertiente, dando vista a la Cuerda del Alguacil y tras ella la Hoya de Güadix.

Poco a poco vamos ascendiendo, para llegar a un punto donde la pista rompe hacia la derecha escalando fuertemente sobre la ladera buscando de nuevo la cresta, aquí introducimos la variante de este año, pues en lugar de proseguir la subida, seguimos rectos, descendiendo levemente a la Acequia del Tio Papeles que seguiremos, buscando su punto de inicio, la zona de los Lavaderos de la Reina y la Laguna de Covatillas.

Desde aquí, el recorrido se hace menos pendiente, pero continuamos ascendiendo con la dificultad de que el camino no está limpio de piedras y de grandes trincheras de nieve que tenemos que superar a pie.

A las tres, una vez que damos vista a la cascada final de los Lavaderos de la Reina, a los verdes borreguiles que se descuelgan de la acequia y de la Laguna de Covatillas, bajo la impasible mirada del Picón de Jerez, Puntal de Juntillas y Tajos Negros y comprobamos que lo que resta de camino está aún más taponado de nieve e inundado por el agua, decidimos plantarnos, disfrutar de las vistas y de este lugar tan privilegiado y dar buena cuenta de los bocadillos que nos han acompañado todo el día en la mochila desde que salimos a las ocho de la mañana de Granada.

Tras reponer energías, iniciamos el regreso a casa, siguiendo el mismo camino que nos trajo hasta aquí, respetando al máximo a los senderistas que comparten pasos con nuestras pedaladas y realizando de una forma más liviana este tramo de la acequia hasta ganar el carril tras la leve ascensión que anteriormente bajamos.

Una vez llegados a la pista, el descenso es bastante ágil, pues casi sin pedalear y extremando la precaución, vamos descontando kilómetros y altura, reencontrándonos con la vegetación que se perdió poco antes de la cota dos mil, con el calor propio de la hora avanzada del día en la que estamos y con la fatídica cuesta que nos eleva desde el Molino del Coto de regreso a la carretera del Alguacil, creo que es el kilómetro más cansado que uno puede hacer.

Desde Güejar Sierra, por asfalto, no tardamos más de una hora en estar de vuelta en la capital, tras completar nueve horas de ruta y más de noventa kilómetros de recorrido, que como siempre han sido la delicia de todos los asistentes, dejando un inolvidable sabor de boca gracias al paraje que hemos tenido la oportunidad de visitar.

Como en anteriores ocasiones, un auténtico placer volver a visitar con todos vosotros los Lavaderos de la Reina.

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Perfil 1 de la ruta

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Mapa de la ruta
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