El pasado sábado 13 de Enero se celebró en la vecina Jaén la 41ª edición de la Carrera Internacional Urbana Noche de San Antón Jaén, una cita imprescindible en el mundo del atletismo andaluz tanto para la élite como para los aficionados. En la que se reúnen más de 10.000 participantes y que recorre de noche la capital a lo largo de un trazado de 10Km, acompañado de un nutrido público.
Si la repercusión de una prueba se mide en el tiempo que duran los dorsales de la misma, podemos decir que la de la San Antón de Jaén es de máxima repercusión, pues las más de 10.000 inscripciones disponibles duraron unas pocas horas desde su apertura el pasado mes de Diciembre y, tras participar en la prueba, se entiende, pocas carreras en Andalucía se viven como esta.
La organización de la Noche de San Antón Jaén se encarga que durante toda diciembre y enero que se respire atletismo y lo hace con la presentación de la prueba, la apertura de las inscripciones y la semana previa con la entrega de dorsales, pero es el sábado por la tarde el momento culmen con las pruebas de Escuelas e Infantiles, que se celebran a lo largo de la misma, y a partir de las 20:00 donde la emoción se desborda con la salida de los Élite, con primeros espadas del atletismo nacional e internacional, como Katir, Zakayo, Maayouf y Forero que participaron en la edición de este año.
Pero la población en la Noche de San Antón Jaén no sólo arropa a los «pro», se queda abarrotando las calles del recorrido durante toda la prueba, con sus antorchas, con música, con la iluminación navideña encendida y sobre todo, con sus caras de alegría y con sus gritos de ánimo que te empujan desde el principio hasta el fin.
Y ese empuje, no viene mal, pues aunque tu ritmo lo marcan otros miles de participantes que van delante tuya, más que tus piernas, el recorrido es exigente, en estos 10K, se suman más de 150m de desnivel positivo lo que supone, para una prueba de asfalto, un acumulado de subida importante. Pero claro, cuando los gritos de ánimo de toda una ciudad te empujan y estás dentro de una auténtica marea humana, las piernas casi se mueven solas y todo es favorable para ir descontando kilómetros de una manera increíble.
Este año, tras varias participaciones, decidimos hacerla de manera conjunta los asistentes de nuestro club, adaptando nuestro ritmo y de esta manera disfrutando, no sólo de la prueba, sino también de la compañía y sobre todo de la experiencia de aquellos que la hacían por primera vez y, como dice la canción, valió la pena, pues la satisfacción al llegar a meta todos juntos se maximizó.
Aunque el recorrido es quizá lo de menos vamos a comentarlo, a los ya consabidos 10Km y 160 metros de subida, podemos añadir que la salida y meta se hace en la Avenida Andalucía, una arteria principal de Jaén con el suficiente espacio para absorber un cajón de salida para 10.000 participantes.
Los primeros compases, cuando el pelotón empieza a moverse y a tomar ritmo son ágiles gracias a la amplitud de dicha avenida, el paso del subterráneo con los participantes cantando es un momento divertido de estos kilómetros previos y que dan paso a la Avenida de Ruiz Jiménez, giramos a la derecha y ascendemos por la Avenida de Madrid, desviándonos por la calle Virgen de la Cabeza y continuando el ascenso por la calle Fermín Parrilla hasta la calle Baeza, tomando de nuevo en ascenso la Avenida Madrid hasta buscar por la Avd. de Granada rodear la Plaza de Toros.
El recorrido abandona las avenidas amplias para internarse por calles más estrechas, como la calle Adarves Bajos, la calle Fuente de Don Diego y Senda de los Huertos, donde tocamos el punto más alto de la prueba, iniciando el descenso suave por la Carrera de Jesús, esta calle da a uno de los momentos de la prueba, cuando emerge la Catedral de Jaén en todo su esplendor, un momento en el que se agolpa gran parte del público.
Seguimos por la calle Bernabé Serrano junto al Ayuntamiento de Jaén para seguir por Virgen de la Capilla y calle del Rastro para desviarnos por Millán de Priego y Núñez de Balboa, rodeando el Hospital, una zona con algo menos de público dada la proximidad de la meta.
Los últimos compases de la prueba, nos devuelven a la Avenida de Andalucía para, en un suave ascenso que se nota en las piernas, cubrir el kilómetro final que, gracias al ánimo de familiares, amigos y vecinos es un momento eterno. La gloria de ver la meta tiene un sabor agridulce, por un lado, hemos completado la prueba y por otro, vuelve a faltar un año para poder volver a vivir momentos como los que acabamos de grabar en nuestras retinas.
Gracias a los organizadores, voluntarios, colaboradores, patrocinadores, a nuestros familiares y a los compañeros de Granabike por esta grata experiencia, nos vemos en la San Antón 2025.
Para más info consultar la página oficial de la carrera.
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