Ruta mtb Granada – Nerja

Si ya de por si, realizar el recorrido desde Granada hasta la costa resulta muy atractivo y exigente, más aún en esta propuesta de nuestro compañero Juan Benitez, hacerlo transitando por las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, además de saltar a la provincia de Málaga y que la meta se sitúe en la preciosa población de Nerja. Casi 100 kilómetros de bicicleta de montaña en la que disfrutamos un numeroso grupo de un recorrido muy cuidado y de un excelente día de compañerimo, naturaleza y deporte.

Si ya de por si, realizar el reocrrido desde Granada hasta la costa resulta muy atractivo y exigente, más aún en esta propuesta de nuestro compañero Juan Benitez, hacerlo transitando por las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, además de saltar a la provincia de Málaga y que la meta se sitúe en la preciosa población de Nerja. Casi 100 kilómetros de bicicleta de montaña en la que disfrutamos un numeroso grupo de un recorrido muy cuidado y de un excelente día de compañerimo, naturaleza y deporte.

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En mi caso, arranco la ruta desde Atarfe, realizando el enlace por Santa Fe en una hora me sitúo a las afueras de La Malaha, donde al poco, llegan Marco y Antonio desde la zona de Otura y Alhendín y en unos minutos el resto del grupo desde Granada capital.

Quizá podamos llamar a estos primeros kiómetros «prolegómenos de la ruta», pero en realidad, vamos acumulando kilómetros y las llanuras de la vega, con sus subidas y bajadas, van haciendo desgaste. Entre campos de cultivo vamos salvando los Llanos de Escuzar hasta Ácula y Ventas de Huelma, donde nos detenemos a llenar agua y comprar algún dulce para el desayuno. Proseguimos nuestra marcha por pista, encajados entre lomas, con alguna buena subida para llegar a la carretera que en un par de curvas nos encaja en Agrón.

A las afueras de Agrón, de nuevo por pista, ahora con paisajes más amplios de campos de cereal y encinas diseminadas, al fondo bajo las negras nubes, la Sierra de Tejeda, Almijara y Alhama nos espera, antes, de nuevo en la carretera, descendemos hacia el Embalse de los Bermejales, desviándonos a la izquierda para acceder a Fornes, nueva parda para recargar agua, algunos toman un café y proseguimos por las empinadas calles del pueblo, para salir de nuevo a la carretera y al poco tomar la pista de La Resinera.

Tras pasar la base del plan Infoca, tomamos la pista que asciende por la derecha, dejando el río de la Venta en la hodonada y tomando una amplia y espectacular panorámica de los picos de la sierra, inmersos en el bosque de pinos, el frescor del día y las caricias del viento, ascendemos poco a poco por la pista blanca, para salvar el desnivel que nos tiene que posicionar sobre los 1400 metros del Puerto de Cómpeta.

Poco antes de llegar a la cantera, nos encontramos a nuestro compañero Pilón, que por intentar alcanzarnos, nos adelantó mientras hacíamos el bucle de Fornes y ya viene de vuelta tras haber ganado la altura máxima, nos despedimos de él y proseguimos la subida, encajados sobre el lecho del arroyo, entre pardes de piedra viva y laderas de pinos, unas rampas más y bici al hombro para alcanzar el Puerto de Cómpeta, vistas al mar por un lado, vistas a la nieve de Sierra Nevada por el otro… una maravilla.

Desde el puerto, el sendero discurre por un arroyo seco y pedregoso, tras unos diez minutos andando, ya permite subir a la bici y descender entre pinos hasta ganar la pista. Poco después, tomamos un nuevo sendero, el La Mina-Pradillos, este será medio ciclable, con tramos de pie y otros montados, siempre disfrutando de las vistas y del paisaje tan espectacular, volvemos a la pista, con un par de subidas fuertes hasta las inmediaciones de un puesto de vigilancia, descendiendo ya si, fuertemente, por una sucesión de zigzagueos para, por los Cortijos de La Teja, llegar hasta el mismo lecho del río Torrox, de aguas cristalinas.

Llega un momento duro de la jornada, tras el fuerte descenso, volver a los pedaleos y ganar primero, la salida del barranco donde se sitúa el río, segundo la alquería de el Acebuchal (precioso lugar) y por último la carretera de Frigiliana, población a la que descendemos en pocos minutos.

Ya olemos el sabor de la paella al lado del mar y se van animando las piernas y el cuerpo entumecidos por los kilómetros, las horas encima de la bici y el esfuerzo del pedaleo, desde Frigiliana, seguimos la carretera en descenso, ya con Nerja frente a nosotros, con el azul telón de fondo del Mediterráneo.

Último agrupamiento en la entrada, para todos juntos, transitar por las calles de nuestra meta hasta la concurrida playa de Burriana, donde nos espera nuestro chiringuito, en él, el grupo de carretera que ha llegado por el Boquete de Zafarraya con 170 kilómetros en las piernas y el grupo de La Zubia que nos precedía en nuestro camino.

Todos juntos reimos y no sólo saboreamos la cerveza, sino también, de nuevo, el gran día de compañerismo, naturaleza y deporte que hemos compartido y la preciosa ruta que hemos superado.

Gracias Juán Benitez y gracias a todos, un placer pedalear con vosotros.

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