Desde hace tiempo ronda en mi cabeza una idea, cada vez que tomo la A-92 en dirección a Güadix, observo los lejanos montes que componen la base de Sierra Nevada, disfruto con la inmensa planicie que rodea esta vía de comunicación, ese altiplano que se extiende desde Purullena hasta donde se elevan las estribaciones de Sierra Nevada, veo como desde esta zona arrancan las crestas que componen Sierra Arana y Sierra de Huétor.
La ruta: | |
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Desde hace tiempo ronda en mi cabeza una idea, cada vez que tomo la A-92 en dirección a Güadix, observo los lejanos montes que componen la base de Sierra Nevada, disfruto con la inmensa planicie que rodea esta vía de comunicación, ese altiplano que se extiende desde Purullena hasta donde se elevan las estribaciones de Sierra Nevada, veo como desde esta zona arrancan las crestas que componen Sierra Arana y Sierra de Huétor, ¿por qué no realizar un recorrido que aúne estos tres entornos tan maravillosos?, ¿por qué no partir para realizarlo desde la propia Granada, disfrutando de una ruta con una variedad tal de paisajes que el mero hecho de recorrerla suponga haber realizado muchas rutas más pequeñas en una?. La Ultramaratón del Fardes nace así, como un gran recorrido circular, que une Granada, las sierras que la rodean y las altiplanicies cercanas a la comarca de Güadix, toda una experiencia que nos llenará como ciclistas y como amantes de la naturaleza.
Es curioso saber que esta inmensa ruta comience por lugares tan habituales y conocidos para nosotros, somos muchos bikers los que nos hemos congregado y entre bromas y charla afrontamos el primer gran escollo del día, el Alto de las Tres Torres, que con fuertes rampas, da paso a Beas de Granada, primer pueblo que jalona nuestro camino. Sabemos que el recorrido será largo, así que en las primeras ascensiones del día, reprimimos nuestras ganas, para ahorrar energía que al final del día, nos hará mucha falta.
El recorrido va rodeando Beas por la cresta en una sucesión de subidas y bajadas, hasta el Collado del Fraile, en donde de nuevo iniciamos la ascensión, entre algún empinado sendero y cortafuegos hasta la cantera de Puerto Blanco, que nos sumerge en el gran pinar de la Sierra de Huétor y donde tomamos a mano derecha el descenso hacia Aguas Blancas.
Este tramo ha exigido más esfuerzo del inicialmente previsto, sobre todo la entrada a Puerto Blanco desde la zona del Cortijo de la Plata. Así que nos detenemos aquí, en Aguas Blancas, para reponer fuerzas y descansar antes de proseguir.
Desde aquí, iniciamos un cómodo ascenso que nos sitúa sobre una cañada que va entre leves subidas y bajadas y que a pesar del fuerte viento nos permite incrementar la media y ver cómo los kilómetros pasan más rápido hasta ganar el Puerto de Blancares, justo entre La Peza y Tocón de Quéntar.
En este punto, agrupamos y parte de los ciclistas inician el regreso por carretera hacia Granada, el resto, los que vamos a afrontar el recorrido completo, iniciamos el camino de la Venta, que surge desde el propio puerto y que va ascendiendo suavemente, entre frondosos pinares, que de vez en cuando nos permiten ver un nevado pico del Veleta en un perfil poco usual para nosotros.
Esto marcha, estamos ganando la vertiente de la Hoya de Güadix casi sin darnos cuenta y a pesar del fuerte viento que se opone a nuestro transitar, no tardaremos en legar al desvío donde nace el carril que baja hasta La Peza y que dejamos a la izquierda, prosiguiendo por nuestra pista que ahora mantiene el nivel llegando hasta el mirador del Cerro Montefría, bajo la caseta del INFOCA, en donde el paisaje nos puede y nos obliga a detenernos para apreciarlo en toda su inmensidad. Allá a lo lejos, tras toda la planicie, arrancan las cumbres de Sierra Arana, por las que tendremos que pasar en pocas horas, si todo va bien.
Seguimos por la pista, dejando algunos desvíos que descienden y manteniendo el nivel en una sucesión de leves subidas y bajadas, que nos permiten transitar realmente rápido por la zona. No tardaremos en llegar a la Fuente de las Perdices, es la una de la tarde, así que es el lugar perfecto para comer algo más sólido y rellenar nuestras reservas de agua, en un paraje que es realmente mágico y del que disfrutamos mientras descansamos y saboreamos lo que ya llevamos de ruta.
Desde aquí, proseguimos por el carril que en breve se bifurca, a la izquierda, hacia el Cortijo del Avellano, desvío que dejamos atrás, poco más adelante, a la derecha, hacia los Altos de la Volota y hacia la izquierda, el que tomamos, en dirección al Barranco de Bierma, que superamos por un senderito que desciende rápidamente al río y que surge a la izquierda de la pista justo antes de que esta se pierda junto al curso del agua.
Tras superar el arroyo y salvar el desnivel de la otra ladera, ingresamos en un nuevo carril que prosigue nuestro recorrido, serpenteando por las laderas, ahora entre chaparros y encinas en un auténtico bosque mediterráneo. A partir de aquí, perdemos altura, aunque tengamos que salvar alguna que otra cuesta, el descenso es rápido y poco a poco nos iremos aproximando a Lugros y sus amplios campos de cultivo.
Dejamos atrás Sierra Nevada, sólo con mirar desde Lugros, la inmensidad del Picón de Jerez nos sobrecoge. Iniciamos pues, desde aquí nuestro transitar por la planicie, que nos llevará a descender sobre el Fardes y enlazar la siguiente gran ascensión del día.
Nuestro camino, entre campos de cereal y fuertes rachas de viento, va alejándose de las laderas que traíamos, hemos cambiado de rumbo 90º y vamos enlazando pueblos de la comarca, siendo el siguiente Polícar, en donde reina una gran paz y tranquilidad y desde el que iniciamos un tramo de rambla que nos llevará hasta Marchal, donde disfrutamos del impresionante Monumento Natural de las Cárcavas.
Enlazamos desde aquí un tramo de asfalto que sobre las cárcavas nos deja en Los Baños y Graena, descendiendo hasta el curso del Fardes bajo la imponente presa del embalse de Francisco Abellán, e iniciando el ascenso hasta Lopera, cercanos a la A-92, que superamos sobre un puente, tras recorrer un tramo de obras que se realizan para un nuevo enlace de la autovía.
Estamos junto a la salida de Darro/Jaén, decidimos parar en la vía de servicio y sentados junto a la gasolinera, comprar algo de comida y refrescos, para reponer las energías necesarias para afrontar lo que nos queda por delante, llevamos más de ochenta kilómetros en las piernas y nos quedan otros cincuenta, la mitad de ellos en subida, son las cuatro de la tarde.
Tras comer y rellenar agua, tomamos la antigua carretera de Murcia, en dirección a Granada, por los Llanos de Diezma, pero no tardamos en abandonar el asfalto, tomando pistas que bordean extensos campos de cultivo y que nos acercan tímidamente hasta las proximidades de Darro, donde enlazamos dos kilómetros de carretera para llegar a Los Villares, prosiguiendo por la pista de la Cañada de Rambla Seca hasta la cercana Sillar Baja, observados ya por los primeros picos de la Sierra de Arana, los Tajos de la Carihuela y el cercano Jinestral y con la vista puesta en la inmensa ladera que debemos de ganar hasta el collado que nos dará paso a Prado Negro.
Poco a poco enlazamos rampas, grandes rectas, que nos permiten recorrer esta impresionante cañada, pasaremos junto al Cortijo de Sillar Alta, seguiremos ganando altura, rodeados de cumbres aún más altas, ganando el Collado del Roja, por fin parece que hemos ganado el punto más alto y así es, desde aquí sólo algunos repechos jalonarán nuestro camino que ahora se torna más suave sobre los valles que componen la Sierra de Huétor.
Desde el Collado del Rojas, iniciamos el descenso por la pista, que abandonaremos a la derecha para no descender hasta la Venta del Molinillo y tomar junto al Cortijo de la Doncella la pista de Prado Negro, en donde en sus bares suenan sevillanas y se exhiben cruces por ser hoy el día de la cruz.
Encontramos las primeras señales de civilización y el grupete siente que el reto está superado, así que todos vamos ya pletóricos con la sensación de que el sueño se ha hecho realidad y que ya hemos ganado las mayores dificultades del el día, pero aun nos restan 20 kilómetros para acabar y no queremos cantar victoria antes de tiempo.
Continuamos por la pista, hasta la Fuente de los Potros en donde multitud de personas, ajenas a nuestro paso y nuestra hazaña, disfrutan de un día de campo a su manera, rellenamos agua por última vez y proseguimos por la pista principal, pasando junto a Florencia y ascendiendo al Collado de las Minas, desviándonos a la derecha para descender hacia Carialfaquí y abandonar por Nivar la Sierra de Huétor, enlazando desde aquí el descenso final que nos devolverá sobre las siete de la tarde, once horas después, a la capital.
Impresionante recorrido, variedad de paisajes, gran esfuerzo, enorme distancia y una gran compañía han hecho de este día uno de los que serán recordados por todos nosotros por mucho tiempo.
Para mí, un auténtico placer, compartir este sueño con vosotros.
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Perfil 1 de la ruta |
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Perfil 2 de la ruta |
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Punto de paso | Hora | Diferencia | Distancia | Altura |
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Granada | 8:00 | – | 0 km | 687 m |
Aguas Blancas | 11:00 | 3:00 | 26,58 km | 1180 m |
Blancares | 12:00 | 4:00 | 32,53 km | 1295 m |
Fte. Perdices | 13:20 | 5:20 | 43,64 km | 1555 m |
Lugros | 14:00 | 6:00 | 52,50 km | 1250 m |
A-92 | 16:00 | 8:00 | 72,65 km | 1068 m |
Sillar Baja | 17:00 | 9:00 | 85,23 km | 1256 m |
Collado del Roja | 17:40 | 9:40 | 91,65 km | 1571 m |
Las Minas | 18:30 | 10:30 | 102,50 km | 1410 m |
Granada | 19:20 | 11:20 | 121,30 km | 717 m |
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Ortofoto interactiva de la ruta |
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Para descubrir algunas de las posibilidades de este sistema pasar el cursor por el perfil. La tecla TERRAIN ofrece combinar distintos modos de visualización que adicionalmente con el zoom (+-) aportará máximo detalle del terreno. Además la tecla MORE ofrece opciones adicionales de interés general. |
Fotos de la ruta |
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