Primera edición de la Jabalí Bike organizada por los amigos de la Peña Cicloturista de Huétor Tajar y como no podía ser menos, un buen grupo de granabikers asistimos al evento para poder comprobar el resultado del gran trabajo realizado por este Club para sacar adelante esta carrera y sentar las bases de una cita que esperemos perdure en el tiempo y sea fija en el calendario anual. Creo que nadie esperaba que el recorrido propuesto revistiera tanta dureza como el que hemos tenido que superar.
La ruta: | |
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Primera edición de la Jabalí Bike organizada por los amigos de la Peña Cicloturista de Huétor Tajar y como no podía ser menos, un buen grupo de granabikers asistimos al evento para poder comprobar el resultado del gran trabajo realizado por este Club para sacar adelante esta carrera y sentar las bases de una cita que esperemos perdure en el tiempo y sea fija en el calendario anual.
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El día comenzaba temprano, preparando nuestro viaje hacia la localidad de Huétor Tajar, próxima a Loja, a la que llegábamos a eso de las ocho y media para recoger los dorsales, ponernos el traje de luces, dar un último repaso a la mecánica de nuestras monturas e iniciar la ruta.
El primer paso, una vuelta por la localidad, antes de dejarla a nuestras espaldas e iniciar el llaneo que nos acercaría a las primeras rampas del día, frente a nosotros, las lomas, que más arriba se tornaban cerros, nos invitaban a pedalear animadamente, ansiosos de meternos en faena rápido.
Poco a poco vamos ganando altura, aunque de vez en cuando un leve descenso y un cambio de dirección, rompen nuestro ritmo, para enlazar otra rampa ascendente, así llegamos hasta el Cortijo de Tajarilla, donde descendemos para iniciar la primera gran subida del día, al principio entre olivos que darán paso a pinares y chaparros, pasando por entornos tan interesantes como el Cortijo del Cerrajón y el Collado de las Agonías, donde damos vista a Parapanda y gran parte de la Vega del Genil.
Aquí iniciamos el descenso por sendero, no sin antes reponer energías en el avituallamiento, el calor y la sed aprietan, la bajada es muy fuerte, llevamos cuidado, pero también ganas de dejarnos caer hasta el Arroyo de Pinares, donde nos refrescamos los pies antes de dejar atrás el barranco y retomar un tramo de enlace entre campos en los que los jornaleros recogen el espárrago ajenos a nuestro transitar, a nosotros nos dolerán las piernas, a ellos la espalda.
Poco a poco, enlazando pistas, nos acercamos de nuevo al carril que dio paso al Collado de las Agonías, lo enlazamos por su parte baja, pero esta vez nos desviamos a la derecha, tomando una buena sucesión de duras rampas que escalan en la montaña, para ganar un paso que nos deja poco más abajo del Cortijo del Cerrajón, pasando de nuevo por el Collado de las Agonías y descendiendo por una nueva trialera, distinta a la anterior y que nos deja en una pista de nuevo ascendente junto al Cortijo Arroyo Pinares, toca armarse de paciencia, sacar fuerzas de nuestras ya vacías piernas y empujar pedales para ganar de nuevo buena altura, hasta que por fin, tras superar un nuevo collado que nadie esperábamos, damos vista a todo el valle e iniciamos el descenso final, por pista ancha, que nos llevará a la meta donde espera nuestros familiares y amigos.
Tras el recorrido, una buena fiesta, comida final y resumen de las mejores jugadas y anécdotas del recorrido. Animando a nuestro Agustín Jr. que finalizó tercero en su categoría, aunque para nosotros fue primero, pues hizo el recorrido largo cuando sus compañeros realizaron el corto.
Un placer conocer esta zona y esperamos vernos de nuevo el año que viene en este evento, gracias a la P.C. Huétor Tajar.
Gracias
Crónica de Charly
Mucho sufrimiento en las subidas y diversión en las bajadas, así podría resumirse mi participación en esta prueba desarrollada en el Poniente granadino.
La primera impresión cuando he cruzado la línea de meta es que el recorrido había sido bastante duro. O eso, o que hoy no tenía el día, pero según me han dicho, algunas rampas superaban el 20%. Si a eso le unimos el calor que hemos soportado, tenemos la combinación perfecta para no encontrarme a gusto en ningún momento.
Para salir de Huétor Tájar (con media hora de retraso), una sucesión de caminos asfaltados en ligera bajada invitaban a meter piñones y darle fuerte a los pedales. Al poco tiempo comenzaba a vislumbrarse la primera parte de la subida, que entre olivos iba cogiendo pendiente de forma progresiva. En todo este tiempo me encontraba bien, ya que iba más o menos regulando, sin gastar más energías de las necesarias. Sobre todo lo hacía pensando en que la ascensión sería más larga y constante, pero era un terreno muy rompepiernas que no te dejaba casi ni un momento de descanso, pues a las rápidas bajadas le sucedían unos buenos repechones.
Por fin llegó la primera bajada larga del día, al principio por una vereda no más ancha que el manillar y de mucho freno, más que nada porque era fácil salirse de ella si pillabas cierta velocidad. Pero no era nada peligrosa, por lo que la diversión estaba asegurada. Luego salimos a una pista bastante rota, que daba paso al río, (porque más que ir por el camino, el río era el camino durante unas decenas de metros).
Cuando íbamos por la mitad, teníamos que repetir una parte de la subida (quizás la más dura de todo el día), y aquí ya empecé a ver que me faltaban las fuerzas. Eran las doce de la mañana y el sol comenzaba a picar de lo lindo. De nuevo pendientes muy fuertes hacían que no pudiese salir del molinillo, y había momentos en los que no conseguía levantar la mirada del manillar, mala señal…
Mi único deseo en esa momento era acabar la ruta cuanto antes, pero aun quedaban ni mas ni menos que 20 kms, así que como podía iba dando pedalada tras pedalada (5-6 km/h), pero es que el final de la subida no se veía, cuando parecía que no quedaba más monte, una nueva revuelta en la pista te “invitaba” a pensar en tirar la bici por la ladera y tumbarte a la sombra de un pino. Por fin llegúe al último punto de control, donde me dijeron que casi todo era bajada, excepto un tramo corto de subida para coger una pista principal que nos acercaría a la meta.
Esta segunda bajada larga era otra vez por vereda, esta vez muy rota, y muy de cambiar constantemente de trayectoria. Pero nada que no se pudiese controlar con un poco de equilibrio y técnica. Al poco de salir de ella, avisaban de los últimos 10 kilómetros a meta, para variar en bajada pero con cinco o seis tachuelas que estaban terminando de ponerme la puntilla.
Al final, camino fácil con largas rectas para enfilar la recta de meta, animado eso sí por la gente de Granabike.
Fueron más de cuatro horas. Pero vaya sí he sufrido, ha sido de esos días en los que piensas que podrías estar tranquilamente en tu casa viendo la F1, pero que cuando terminas, te dan un extra de fortaleza para afrontar jornadas en los que no todo va bien.
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Perfil 1 de la ruta |
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Perfil 2 de la ruta |
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Puesto | Dorsal | Nombre | Categoría | Tiempo |
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97 | 50 | Ramon A. Serrano | Elite | 3:49:49 |
109 | 4 | Antonio Gálvez | Master40 | 4:01:55 |
116 | 46 | Charly Gutierrez | Elite | 4:05:35 |
136 | 27 | Fede García | Master40 | 4:56:14 |
137 | 27 | Agustín Barbero | Master40 | 4:56:16 |
3ºCadete | 123 | Agustín Barbero Mecías | Cadete | 3:04:57 |
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Ortofoto interactiva de la ruta |
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Para descubrir algunas de las posibilidades de este sistema pasar el cursor por el perfil. La tecla TERRAIN ofrece combinar distintos modos de visualización que adicionalmente con el zoom (+-) aportará máximo detalle del terreno. Además la tecla MORE ofrece opciones adicionales de interés general. |
Fotos de la ruta |
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