Sobre ventajas y desventajas del ciclismo y el running se habla a menudo, dos ejercicios aeróbicos que ayudan a mantener la salud cadiaca y al control de peso con una excelente eliminación de grasas en la práctica de ambos. La bicicleta de montaña o carretera, el ciclismo en todas sus variantes y el running son dos actividades deportivas excelentes. Estas actividades físicas se pueden realizar tanto en exterior como en interior. Las ventajas y desventajas de cada una de ellas se pueden analizar de manera sencilla.
El ciclismo en todas sus modalidades se realiza sobre la bicicleta, la mayor parte del tiempo sentados sobre el sillín por lo que podemos decir que es de menor impacto corporal que el running que se realiza sobre el suelo y la mayor parte de carga la reciben las piernas y fundamentalmente las articulaciones por los impactos de las zancadas.
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La bicicleta ayuda a desarrollar músculo porque toda la fuerza necesaria para el desplazamiento emerge de nuestras piernas, son los glúteos y los cuádriceps con la ayuda de los tendones los que realizan la mayor actividad en la práctica de este ejercicio. En el running ocurre todo lo contrario, ya que para conseguir el desplazamiento interviene casi todo el cuerpo sin que la fuerza se obtenga de unos pocos músculos, además hemos de soportar el peso de nuestro cuerpo durante el desplazamiento.
Cuando se trata de quemar calorías, el running es la mejor opción por la implicación necesaria de casi todo el cuerpo en el trabajo de desplazamiento corporal, mientras que el desplazamiento en bicicleta se realiza con menor esfuerzo y menos músculos implicados. Por esto podemos decir que con cualquiera de las variantes de ciclismo podremos aguantar mas tiempo dada la diferencia de requerimientos para ambos ejercicios por parte de nuestro organismo.
El ejercicio de la bicicleta en todas sus variantes resulta menos lesiva porque la máquina fija el recorrido repetitivo de las piernas y la compartición del esfuerzo entre los períodos de pedaleo y los de recuperación, a esto ayuda bastante el uso del sillín que soporta el peso de nuestro cuerpo.
El ejercicio del running puede ser más lesivo y por tanto es más fácil hacernos daño. Todo se debe al impacto con el suelo de nuestras piernas en cada zancada llevando la peor parte las articulaciones, especialmente las rodillas. La forma de evitar o paliar esto es el uso de una zapatillas de running con una buena protección contra impactos, plantillas y suelas de gel son hoy en día la solución a este problema.
Como siempre debemos realizar ambos ejercicios con moderación si no somos profesionales. Si hemos decidido comenzar con cualquiera de los dos deportes, lo primero es contar con la aprobación de nuestro médico, después empezar con la práctica de estas actividades de forma controlada. Nuestro cuerpo debe acostumbrarse al ejercicio poco a poco.