Ruta mtb Collado Alguacil intento al Camarate

Aunque quizá hemos elegido una fecha demasiado tardía, no podíamos dejar pasar la idea de realizar esta espectacular ruta que de haberla completado nos hubiera llevado desde Granada hasta Lugros, cercano ya a la comarca de Güadix y de regreso a la capital.Pero las circunstancias mandan y la acumulación de nieve en las partes altas, ya cercanos al Camarate hicieron reducir el ritmo de la marcha a la mínima expresión, provocando que decidiéramos retornar por Tocón, decisión esta que posteriormente se vería como acertada.

Aunque quizá hemos elegido una fecha demasiado tardía, no podíamos dejar pasar la idea de realizar esta espectacular ruta que de haberla completado nos hubiera llevado desde Granada hasta Lugros, cercano ya a la comarca de Güadix y de regreso a la capital.

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No subestimes la montaña, conoce dónde están tus límites y ten en cuenta siempre el tiempo y las energías necesarias para poder regresar a casa.

Nuestra recomendación.

Un buen grupo de valientes nos reunimos en nuestro punto de encuentro habitual. Hay que madrugar, pues salimos una hora antes para aprovechas las primeras luces. Los días son más cortos y eso se nota.

El primer gran reto es ascender al Collado del Alguacil, para mí será la primera vez que enlazo esta mítica subida, ya que hasta ahora por algún motivo nunca había estado presente en las rutas que han recorrido este paso, que es ciertamente espectacular e imprescindible para cualquier ciclista que se precie, quizá tanto como subir hasta el Veleta.

Como siempre, enlazamos nuestro acceso habitual por el carril junto al Genil, pasando por Cenes de la Vega y Pinos Genil y ascendiendo por la presa de Canales hasta la carretera que tras un poco de asfalto nos lleva a Güejar Sierra. En sus frescas fuentes rellenamos agua y reponemos fuerzas antes de proseguir en dirección a Maitena. Pero tras abandonar las últimas casas, nos desviamos a la izquierda en dirección al Cortijo de Balderas, iniciando la ascensión por una vieja conocida, la carretera que da acceso a los Lavaderos de la Reina, aunque esta vez, dejamos el desvío que nos llevaría al Molino del Coto y proseguimos rectos.

Desde las curvas intermedias, donde se domina toda la ascensión, un rosario de ciclistas salpica la subida, César y yo nos enganchamos a buen ritmo y vamos en cabeza, disfrutando no sólo del esfuerzo que realizamos para superar el desnivel, sino también de las impresionantes vistas que poco a poco se van presentando ante nuestros ojos.

No tardamos en hacer cumbre, estamos en el Collado del Alguacil a casi 2000 metros de altura, tras superar los 800 metros de desnivel que nos separan de Güejar Sierra en unos siete kilómetros de subida sin descanso alguno.

Es el momento de reagrupar, tomar fotografías, disfrutar de las vistas y para muchos, de decidir si continúan la ruta hacia Lugros o inician el descenso hacia Tocón, el grupo por tanto se separa en dos.

Los que seguimos, continuamos el ascenso esta vez por un sendero que se dibuja sobre la cresta de la Loma del Alguacil, las vistas son impresionantes ya que una panorámica completa de Sierra Nevada y la Loma del Tio Papeles delante son el paisaje que domina nuestra derecha, pero es que si miramos a la izquierda, la hoya de Güadix se extiende a nuestros pies, así como la Sierra de Huétor, Baza, Castril y Cazorla a lo lejos.

No tardamos en empezar a encontrar restos de las primeras nevadas otoñales y poco a poco, esa presencia blanca se va haciendo más continua, ralentizando la marcha, obligándonos a echar pie a tierra, hasta que llegamos a una zona en la que un manto blanco cubre por completo el recorrido, se hace tarde y esto tiene pinta de que no irá a mejor.

Es el momento de reunirnos todos, hay que decidir si proseguimos a pesar de la nieve, de la hora y de lo que nos queda o en cambio si damos la vuelta y ponemos rumbo a casa. Finalmente, pensamos que lo mejor es retroceder, así que hacemos lo que venimos pensando toda la subida de la cuerda que es, descender por ese precioso sendero a todo trapo, regulando claro está nuestra velocidad de acorde con las dificultades técnicas de los pasos y las zonas de nieve, pero disfrutando de una vertiginosa bajada que nos situará en poquísimo tiempo de nuevo en el Collado del Alguacil.

Reagrupados todos tras el descenso del sendero, emprendemos la bajada por pista, un buen puñado de kilómetros en los que no se acaba de bajar hasta llegar al río Padules, donde volvemos a agrupar para enlazar algún que otro repecho y nuevas bajadas que nos llevarán finalmente a la tranquila aldea de Tocón.

Son más de las cuatro, así que paramos para reponer fuerzas en una de sus bodegas, buenos bocadillos, buenas raciones y fuerzas repuestas para superar los más de treinta kilómetros que nos separan de Granada.

Desde aquí, todo será asfalto, continuando nuestro descenso junto al río buscando el embalse de Quéntar y el pueblo del mismo nombre, prosiguiendo por carretera junto a Dúdar para desembocar en la Carretera de la Sierra, desde la que tomamos la pista junto al río Genil hasta Granada a la que llegamos al anochecer.

Ha sido un recorrido precioso y exigente, en las pupilas llevamos grabados impresionantes momentos, grandiosos paisajes y la sensación de haber acertado plenamente con la decisión de darnos la vuelta. En nuestro haber llevamos esta experiencia, estos grandes momentos, en nuestro debe, nos queda la seguridad de que volveremos para completar este recorrido en una época más propicia.

Como siempre, un placer compartir estas rutas con todos vosotros.

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Perfil 2 de la ruta

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Mapa de la ruta
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