Un año más nos damos cita en la ruta por excelencia de la temporada para Andalucía, los 101 de Ronda, organizados por el Tercio Alejandro Farnesio, 4º de La Legión y que como siempre es un éxito de organización y de participación, este año con 7.000 deportistas repartidos en las modalidades de MTB, Duatlón y Marcha, que además de luchar contra la distancia, el desnivel y el crono, han sufrido la rigurosa temperatura, muy alta para esta época del año y que ha propiciado una de las ediciones más duras de la historia de la prueba.
La ruta: | |
---|---|
|
|
Un año más nos damos cita en la ruta por excelencia de la temporada para Andalucía, los 101 de Ronda, organizados por el Tercio Alejandro Farnesio, 4º de La Legión y que como siempre es un éxito de organización y de participación, este año con 7.000 deportistas repartidos en las modalidades de MTB, Duatlón y Marcha, que además de luchar contra la distancia, el desnivel y el crono, han sufrido la rigurosa temperatura, muy alta para esta época del año y que ha propiciado una de las ediciones más duras de la historia de la prueba, con más de dos mil abandonos.
{loadposition anuncio1izq}
Un clásico
Además, la labor de los compañeros del Club, ha propiciado un año más, poder disfrutar de un estupendo fin de semana de convivencia en nuestro centro de operaciones en la Serranía de Ronda, en Arriate, en donde no sólo hemos pernoctado, sino también disfrutado de un soleado domingo junto a la piscina descansando después del duro sábado, sus correspondientes desayunos, cenas y comidas para completar un fin de semana realmente inolvidable que quedará marcada como una de las ediciones con más participación de componentes de Granabike.
Para nosotros, el evento empezó hace muchos meses, incluso antes de realizar la correspondiente inscripción, en cuanto conocimos las fechas propuestas para el mismo, iniciamos las gestiones para reservar el alojamiento que estimamos necesario para albergar a los compañeros que desearan asistir, no fue hasta un par de meses después, cuando se inició el complicado proceso de inscripción, dificultado por la avalancha de accesos a la web que convirtieron dos días en un verdadero hervidero de correos, consultas y pruebas hasta conseguir la inscripción a la misma.
Desde ese momento, con la mirada puesta a la prueba, comienza la preparación de cada uno, aunque nuestro espíritu competitivo es escaso, nuestro espíritu de superación es muy grande, así que personalmente nos vamos fijando nuestra meta y planteamos un calendario suficiente con la ilusión de alcanzarla, en mi caso, mi objetivo estaba claro, superar los tiempos de las ediciones anteriores y llegar a aproximarme a las cinco horas y media, pero a pesar de mi preparación y de llegar este año con más kilómetros en las piernas que ninguno, cuando uno no tiene un buen día, no puede hacer nada y este fue mi caso, sólo pude aguantar, hasta llegar, esforzándome todo lo posible, satisfecho de haber finalizado a pesar de no haber funcionado todo lo bien que yo se que puedo hacerlo.
El fin de semana de la prueba comienza en viernes, poniendo rumbo hacia Arriate el viernes por la mañana, para realizar la entrada del alojamiento, recoger nuestros dorsales, los de los compañeros que llegarán más tarde, comprar la comida del fin de semana y disfrutar de un paseo por el centro de Ronda, la Alameda y el Tajo, sin dejar de pensar en el gran día de ciclismo que nos espera al día siguiente y sin saber que el calor de hoy es poco comparado con el que íbamos a sufrir al día siguiente, tras un comienzo de año muy fresco en el que no hemos rodado con calor prácticamente ningún día.
Poco a poco van llegando los compañeros desde Granada y prácticamente todos juntos, nos reunimos para cenar en la Alameda del Tajo y disfrutar de la Cena de la Pasta, servida a modo de rancho al más puro estilo militar.
Después de la cena, regresamos a Arriate y acometemos los últimos preparativos antes de acostarnos, ropa, herramientas, comida, dorsales, se quedan bien dispuestos para el siguiente día.
El sábado se inicia muy temprano, todos nos damos cita en una de las casas para desayunar copiosamente, no partiremos hasta las once de la mañana y no son más de las ocho, así que nos quedan tres horas de espera, hay que alimentarse bien. Ya desde primera hora, mientras iniciamos la marcha, detectamos que el día va a ser especialmente caluroso, así que nos vestimos de cortos, con una suave manga larga, para el traslado hasta Ronda, en donde estacionamos junto al Campo de Fútbol, montando nuestras bicicletas, dando los últimos retoques mecánicos y accediendo por el cajón de entrada hasta el anillo donde esperaremos que den la salida.
En la entrada nos llevamos la primera sorpresa, sólo distinguen entre ciclistas con maillot oficial de la prueba y el resto, así que federados o no, nos relegan al final de la cola de gente que ya espera, saldremos con muchos compañeros delante, no es problema, tenemos muchos kilómetros y muchas horas que situarán a cada participante en el sitio que le corresponda según sus energías.
El tiempo de espera, es ciertamente tenso, la expectación y el nerviosismo previos a la salida, durante dos horas allí parados, son difíciles de llevar, al menos con bromas, fotos, charlas, estiramientos, vamos llevándolo más o menos bien, hasta que por fin se ajustan las líneas de salida, avanzamos un poco y se da la salida neutralizada, pasando por el arco de salida y la grada, donde nuestros familiares nos jalean, nos fotografían y nos animan, pronto nos reuniremos con ellos, tras más de 100 km y seis horas de ruta.
El recorrido neutralizado, por la calles de Ronda es emocionante, todos los vecinos de Ronda congregados en las calles de la ciudad para ver el paso de la serpiente multicolor que conforma el pelotón, no nos debemos despistar, pues la gente sale con muchas ganas, somos muchos y vamos muy juntos, así que extremamos la precaución para evitar caídas en este primer tramo.
Llegamos a la salida de Ronda, donde nos detenemos hasta las once, iniciándose así, el tramo libre a la misma hora en la que salen los marchadores del Campo de Fútbol desde el que partimos nosotros media hora antes, nosotros proseguimos por la carretera primero en descenso y luego en ascenso hasta el Super Sol, de nuevo junto al Campo de Fútbol, en donde nos desviamos a la derecha para abandonar el asfalto y tomar la tan ansiada tierra, por fin empezamos.
El tramo inicial deja Ronda a nuestras espaldas y enfila en dirección este, hacia las montañas, pronto nos encontraremos las primeras rampas, en las que nos debemos de cargar de paciencia, ya que son muchos ciclistas los que vamos y aunque la gente aguanta el tirón y nadie pone pié al suelo, es mejor ir un poco más suave por que no hay hueco para adelantar. En breve viramos a la izquierda, poniendo rumbo norte y desplazándonos por el borde de la serranía inmersos en terrenos típicos de Dehesa, para llegar a las puertas de la primera zona propiamente delimitada, el Campo de Maniobras de las Navetas.
Esta zona, incorporada en las últimas ediciones es un gran acierto, el valor natural de las fincas de defensa es indudable y el paisaje de esta es claro ejemplo de ello. Al inicio me encuentro con nuestro amigo Julio de Ceúta, ya va a su marcha disfrutando del día. Realizamos en ella un bucle circular, saliendo y entrando por el mismo pasillo, hasta llegar a topar con la carretera y Ascari donde enfilamos en dirección al talud que da paso a la salida de la zona, donde comparto un rato de ruta con Antonio Gálvez. Inicialmente las piernas parecen que me van respondiendo y mantengo un ritmo alegre y acorde al tiempo que deseo realizar, pero algo no va muy bien, la noche de antes no he descansado a penas, la alergia ha apretado, el polvo y el calor no ayudan y mi respiración y el cansancio general se van notando, parece que hoy no voy a rodar demasiado bien y me va a tocar cambiar de estrategia, aún así prefiero aguantar el ritmo en estos primeros compases.
No tardamos mucho en tomar junto a la vía del tren el descenso hasta Arriate, tras pasar el río por un puente iniciamos el primer ascenso fuerte del día, un buen puñado de kilómetros con fuertes rampas hasta superar la Sierra de las Salinas, toca enganchar nuestro piñón e intentar hacer una ascensión cómoda que no nos reste muchas energías. A mitad de subida pasa junto a mí Fernando y Pepe Balderas que van como una bala, hoy están dando el todo.
Tras buenas rampas y unas pocas de vueltas, ganamos la planicie superior, dejando atrás el valle y dando vistas al otro lado, un gran y fértil valle se extiende hasta nosotros poniendo rumbo hacia Setenil de las Bodegas, ya en la provincia de Cádiz, que nos espera allá en lo hondo y al que poco a poco vamos rodeando, aquí viene una de las modificaciones del recorrido, pues no seguimos de frente como de costumbre, sino que realizamos un rodeo por carretera para acceder junto al río, por un tramo más fresquito accediendo al impresionante parte baja del pueblo, donde las casas se esconden bajo la pares de la montaña subiendo hasta la parte alta donde nos espera el avituallamiento, rellenando agua y comiendo algo más sólido antes de partir de nuevo.
Las piernas siguen sin funcionar bien, la respiración demasiado rápida y superficial, pero no pienso parar de pedalear, me armo de paciencia, pues ahora nos espera la subida más prolongada del día, e intento retraerme un poco de mis propios pensamientos, disfrutando del paisaje, de verdor que un lluvioso invierno a dejado y buscando en el aire una ráfaga de fresco viento que me hinche los pulmones.
Junto a amplios campos de cultivo vamos ganando laderas, haciendo alguno de los tramos más bonitos del día, junto a arroyos que suavizan el calor, hasta enfocar la rampa definitiva, cientos de cascos suben a lo lejos por la cuerda, que tenemos que iniciar nosotros, así que con paciencia la enfilamos y poco a poco vamos restando metros, ganando altura, cargando un poquito más las piernas, pero aguantando, hay que superarlo.
Arriba nos espera el avituallamiento y enlaza conmigo Zarcos, que venía viéndome desde el inicio de la salida, mientras relleno agua, el continúa lo que queda de subida, poco después salgo yo, dándole alcance en la parte alta y dejándolo atrás a lo largo de la fuerte bajada en donde me empleo a fondo, para cruzar de nuevo el río y atravesar el Parque Periurbano de Ronda para llegar al Tercio kilómetro casi 80 de ruta y en donde me detengo para avituallar de nuevo, antes de iniciar una de las subidas más duras del día.
Tras un plátano, un yogurt y una CocaCola que sabe a gloria, salgo del Cuartel por la parte superior, las piernas son dos trozos de madera que no funcionan para nada, pero mi voluntad es seguir, es pedalear, pronto damos vista a la subida y enlaza conmigo Zarcos y Antonio Torres, las fuertes rampas iniciales, dan un breve descanso antes de enfrentarse a otra nueva rampa, la última y más fuerte en donde casi todo el mundo va caminando. Nosotros aguantamos sobre la bicicleta, pero a mitad, noto como mi pierna derecha empieza a decir basta, los músculos se mueven con voluntad propia y un agudo pinchazo me obliga a parar y descender de la bici, la rampa de la ermita me ha vencido, por fin mi cuerpo ha dicho basta tras un montón de kilómetros al borde de mi resistencia, empiezo a empujar la bici y miro hacia a tras, Antonio Torres y Zarcos hace ya algunos metros que optaron por andar, cojeando un poco avanzo lenta y tristemente hasta la cumbre, en donde con gran dolor, monto de nuevo y empiezo a pedalear, pero el músculo se vuelve a montar, me detengo y me tumbo junto al sendero diciéndole a mis compañeros que ellos continúen que yo preciso relajar ese músculo antes de proseguir. Me tomo una barrita mientas observo como pasan compañeros y alguna voz conocida, que me pregunta, que me anima.
No se cuánto tiempo llevo tumbado sobre el césped de la planicie, pienso que no más de cinco minutos, estiro la pierna y compruebo que parece que ya no pincha sólo noto una leve molestia, me levanto, tomo la bici, me subo con cuidado y pruebo a retomar el pedaleo, la molestia está ahí, pero parece que puedo proseguir.
Paso junto a la Ermita e inicio el descenso por esas empinadas curvas, se me olvida un poco el dolor mientras disfruto de la fuerte bajada y tomo la carretera junto a Benaoján y Montejaque, en donde prefiero dejarme caer para darle más descanso a los músculos.
No tardo en dar alcance a Zarcos, él tampoco va muy fino hoy, a estas alturas está claro que va aguantando como puede tal y como lo hago yo. Descendemos de la carretera y damos paso al barrio de la Estación y el molino, enlazando el precioso camino junto al río y la Cueva del Gato.
La zona está preciosa y perfecta para disfrutarla dentro de las pocas energías que nos quedan, junto a la Cueva una fuerte rampa nos devuelve a la carretera, miro hacia atrás, Zarcos se ha quedado un poco y un compañero me pregunta si esta es la cuesta del Cachondeo, aún queda, le respondo, esta sólo nos sube a la carretera, se ve que a estas alturas, todos ya vamos tocados.
Zarcos me pide una barrita, que le recupera un poco y los dos proseguimos este tramo de suave descenso y llaneo hasta regresar a la salida del cuartel, sabemos que nos queda el último empujón, llegar está garantizado y poco a poco ganamos el alto antes descender a lo hondo del tajo, de vez en cuando miro hacia atrás para que no se quede muy lejos de mí, se que le motiva verme cerca, que le ayuda que yo esté ahí, llegamos al paso donde realizamos el último avituallamiento en el que yo sólo bebo agua, por fin vamos a llegar, sólo queda el último empujón, descendemos hasta el molino por el hormigón, allí llegan los sonidos de la meta, la música, el bullicio de la gente, ánimo, queda poco.
Él me dice: “sigue tu a tu ritmo, yo voy más lento”, golpe a golpe de pedal, José se queda atrás, mis piernas han tomado su cadencia, están al borde de sus posibilidades y no puedo bajar ni subir el ritmo, sólo mantenerlo y mi mente dice, sigue pedaleando, no te rindas, lo has conseguido, a pesar de todo, otro año más, lo has conseguido, mi bello se eriza, ahí está el puente nuevo, majestuoso, en unos minutos cruzaré sobre él, minutos llenos de las horas y del esfuerzo que me ha costado llegar hasta aquí, sigo pedaleando, sigo subiendo, doy vista a las primeras casas, bajo un piñón, cambio por fin de ritmo, las piernas responden y sigo apretando, ya se acaba, no te detengas.
Se acaba el empedrado, tomo el asfalto y viro junto a la muralla y la puerta de piedra, ya estamos, sigue apretando, Ronda me traga por sus apretadas calles de casas encaladas, la gente me mira, algunos aplauden y por fin la calle cambia su sentido ascendente, por el descendente, el puente, el parador, la recta, ya estoy aquí, todo mereció la pena, ya estoy aquí, por fín.
Me levanto sobre la bici, suelto el manillar, subo la cremallera de mi maillot, bajo un piñón sigo pedaleando, la gente aplaude, recuerdo que llevo mi bandera en un bolsillo del maillot, desde la salida, en la que nos echamos unas fotos con ellas, hasta aquí, ha hecho la ruta conmigo, la saco y saludo con ella, la gente aplaude aún más, ya estoy, veo caras conocidas, suenan cencerros de victoria, la meta es mía, enlazo los escalones de la Alameda, ya he llegado, tras la valla compañeros y familiares jalean, paso por meta, sellos de control, chip y medalla, por fin llegué.
Doy la vuelta y busco a la gente, las piernas me resisten a duras penas, abrazo a mi novia, su perfume me ha traído hasta aquí, saludo a los compañeros y me voy al suelo, vencido, me tumbo y me relajo. El esfuerzo ha sido infinito, he aguantado todo lo que he podido y a pesar de todo, por fin, estoy aquí.
Poco a poco van llegando compañeros, mientras yo me recupero, me entero de que Julio, el compañero de Ceuta se ha caído, la clavícula y varias costillas rotas, también que Isa a tocado el suelo y está en el hospital y que Sergio acaba de llegar en ambulancia, pues en Setenil tubo una fuerte bajada de tensión que no le dejó continuar, ya está recuperado, pero está claro, estos 101 han sido duros, muy duros para todos.
Tras la recuperación y comer un poco, toca logística, lo primero asistir a Isa, que está sola en el Hospital, iniciamos el ascenso hasta el Campo de Fútbol, allí nos espera ella junto a Aaron que está muy contento y pone rumbo a casa, la bajamos hasta el Tajo y nosotros pasamos a recoger a Ana y MLoly que habían ido a comprar la comida del día siguiente, ponemos rumbo al Cuartel para intentar recuperar la bici de Sergio, aun siguen pasando algunos ciclistas y muchos marchadores por aquí. La bici de Sergio no está y decidimos volver a por ella a la mañana siguiente.
Decidimos ir hacia nuestros alojamientos en Arriate, ducharnos y preparar la cena para cuando lleguen el resto de compañeros, que poco a poco van aterrizando procedentes de la Alameda del Tajo, cada uno con una gran historia vivida en este largo día.
Disfrutamos de una copiosa y animada cena, contándonos las experiencias, sufriendo por los malos ratos ajenos y por supuesto por los nuestros propios, que a estas horas del día, son anécdotas muy recientes de los lances de esta larguísima prueba, el parte de guerra es extenso, pero no excesivamente grabe, brindamos, charlamos animadamente y no tardamos mucho en irnos a dormir, como niños buenos, vencidos por el cansancio de este largo día.
Al día siguiente, tras el desayuno, iniciamos la búsqueda de las bicis de Isa, que conseguimos rescatar del Tercio y de Sergio que recogemos de la Alameda del Tajo, regresando a Arriate, donde disfrutamos de un nuevo día de brillante sol, esta vez de relax, junto a la piscina y a los compañeros que se han quedado por aquí, tomando un refrescante baño antes de disfrutar de una rica y animada barbacoa.
Tras un rato de siesta, recogemos nuestras pertenencias, cargamos los vehículos y ponemos rumbo a casa, un intenso fin de semana toca a su fin, tantas expectativas y preparativos, tantos meses de salidas y rutas, todas las discusiones y conversaciones sobre la prueba ya se han quedado en el pasado, bajo el verdugo de una exigente prueba, este año marcado por el fuerte calor, cada uno ha vivido una historia, siete mil historias a lo largo de 101 kilómetros, un día inolvidable para todos, de nuevo la magia de los 101 ha enamorado a aquellos que han venido por primera vez, ha marcado una nueva raya a aquellos que han venido más veces, que seguro volverán a repetir y supone un nuevo reto futuro para aquellos que no han podido acabarla, en cualquier caso, nadie se queda indistinto tras participar, esta prueba marcha y muchos de vosotros lo habéis podido comprobar.
Un año más y ya van ocho, un placer compartir esta prueba con vosotros, gracias por este fin de semana.
{loadposition anuncio2}
Perfil 1 de la ruta |
---|
Perfil 2 de la ruta |
---|
Nota de prensa de IDEAL |
---|
{loadposition anuncio3}
Ortofoto interactiva de la ruta |
---|
Para descubrir algunas de las posibilidades de este sistema pasar el cursor por el perfil. La tecla TERRAIN ofrece combinar distintos modos de visualización que adicionalmente con el zoom (+-) aportará máximo detalle del terreno. Además la tecla MORE ofrece opciones adicionales de interés general. |
Fotos de la ruta |
---|
[widgetkit id=95] |
{loadposition anuncio4}