Mi nombre es Francisco, (Pacomi), usuario y visitante asíduo de esta web desde hace varios años, además soy propietario de una bicicleta reclinada, uno de los pocos ciclistas reclinados de mi ciudad, cuando voy en mi bicicleta reclinada una de esas bicicletas que cuando la ves pasar no puedes evitar mirarla, todos me miran con curiosidad. Aprovecho la publicación de este artículo para compartir con todos vosotros mi experiencia, además de información interesante que he podido recopilar.
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¿ Qué es una bicicleta reclinada ?
En inglés se llaman RECUMBENTS.
En francés les llaman VELÓ-COUCHÉ.Vamos a empezar por el final y es que además de todas sus ventajas fisiológicas ¡presentan mejor perfil aerodinámico! gracias a una menor superficie frontal y un mejor coeficiente aerodinámico.
Originales en: http://www.volaerecumbents.com/2007/volae_aero.php y http://www.azub.cz/en/more.php
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Ventajas de las bicicletas reclinadas
Comodidad
Todo lo que se diga sobre la comodidad de las bicis reclinadas es poco. Los ciclistas de reclinadas aseguran que la primera vez que se prueba una ya no hay vuelta atrás: las bicis convencionales nos parecerán desde ese instante un potro de tortura, que es lo que realmente son.
Después de pedalear en una bici reclinada podremos sentir cansancio en las piernas, según la distancia recorrida, lo cual es perfectamente natural y además muy saludable, pero seguro que no nos dolerá el culo ni los brazos ni las muñecas ni la espalda ni los hombros ni el cuello… dolores habituales cuando montamos en una bici convencional.
Las bicis reclinadas son cómodas porque están construidas alrededor del ciclista, es decir, para que el ciclista adopte la postura más cómoda, natural y eficaz posible. Por el contrario, las bicis convencionales obligan al ciclista a adoptar una postura antinatural que provoca muchos problemas de salud.
Lo que a primera vista llama más la atención de las bicis reclinadas suele ser el asiento, aunque no es lo único que contribuye a la comodidad. Veamos uno por uno todos los aspectos:
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Asiento confortable
Estamos tan acostumbrados a los minúsculos sillines de las bicis convencionales, que la idea de ir pedaleando cómodamente sentados de verdad resulta chocante a mucha gente.
Lo cierto es que la presión a la que sometemos una zona tan pequeña y delicada de nuestro cuerpo cuando vamos «sentados» (mejor sería decir «pinchados») en lo alto de un sillín convencional no es nada saludable, ni a corto ni a largo plazo: dolor de culo, inflamaciones, forúnculos, etc. Los varones además han de sufrir las consecuencias de la enorme presión sobre la próstata. Para las mujeres la mayoría de los sillines de bici convencional son simplemente insufribles.
Los fabricantes de sillines convencionales intentan aliviar muchos de esos problemas con costosos diseños «ergonómicos», nuevos materiales, fundas y más fundas para las fundas… El único diseño ergonómico de verdad es el que nos permite sentarnos cómodamente de forma natural.
Un asiento y un respaldo firmes y mullidos como los de las bicis reclinadas nos permitirán pedalear con total comodidad.
Hay muchos tipos de asientos para reclinadas. Los asientos de reclinadas urbanas o de turismo suelen ser de estructura de aluminio con una cubierta de lona tensada; son más cómodos para largos recorridos. Los asientos de reclinadas deportivas suelen ser rígidos (por ejemplo de madera o fibra de vidrio) y cubiertos de una capa mullida (por ejemplo de goma espuma); son más eficaces para pedalear pero menos cómodos para largos recorridos.
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Brazos, manos y muñecas relajados
En una bici convencional, los brazos soportan el 40% del peso del ciclista. Esto provoca tensión en hombros, brazos y muñecas.
En una bici reclinada, al contrario, los brazos no deben soportar ningún peso y se emplean únicamente para dirigir la bici. Esto es un cambio que requiere un periodo de adaptación.
Existen dos tipos principales de manillares para reclinada: alto y bajo.
Los manillares altos exigen llevar los brazos elevados, aproximadamente a la altura de los hombros, lo que en viajes largos sí puede suponer un pequeño esfuerzo adicional; como contrapartida, la aerodinámica de esta postura es mejor.
Los manillares bajos se dirigen con los brazos completamente relajados a ambos lados del asiento; son más cómodos para viajes largos, aunque esta postura ofrece mayor resistencia al aire y necesitan algo más de tiempo para aprender a usarlos.
Cuello y hombros relajados
Aparte de que en las bicis convencionales los brazos sujetan buena parte del peso del ciclista, hay otro motivo por el que los hombros y el cuello del ciclista sufren: la posición de la cabeza. En una bici convencional, la mirada del ciclista se dirige hacia el suelo delante de la rueda delantera. Cuando quiere mirar al frente tiene que levantar la cabeza.
Por el contrario, en una bici reclinada la visión del ciclista se dirige de forma natural hacia adelante sin hacer ningún esfuerzo.
En una reclinada, en lugar de ir condenados a mirar un pedazo de suelo vamos contemplando cómodamente todo el paisaje que se abre ante nosotros.
Seguridad
Ante la visión de una bici reclinada, la mayoría de la gente supone que debe de ser más insegura. Se trata de un prejuicio infundado. Al contrario, las bicis reclinadas suelen ser más seguras que las bicis convencionales, por varios motivos.
Posición más baja y estable
En una bici convencional, nuestra posición es más elevada que en una reclinada. Si caemos lo haremos de una altura mayor. Por otra parte, la posición del cuerpo hará que si tenemos que frenar bruscamente tendamos a salir despedidos hacia delante.
Por el contrario, en una bici reclinada no tenemos ninguno de estos problemas. Generalmente estaremos más cerca del suelo y la posición reclinada hará que sea mucho más difícil salir despedidos en los frenazos.
Visión más amplia
De esto ya hemos hablado en el apartado de la comodidad. No sólo es más cómodo, sino más seguro, por lo que lo incluimos también aquí.
En una bici convencional tenemos que hacer un esfuerzo continuo para mirar hacia delante. En una reclinada no. En una reclinada no sólo no tenemos que hacer ningún esfuerzo para ver todo lo que está por delante de nosotros, sino que la visión es más amplia que en una bici convencional. Esto es una seguridad adicional en carretera y ciudad.
Velocidad
En igualdad de condiciones, las bicis reclinadas suelen ser más rápidas, pues el esfuerzo del ciclista se emplea de forma más eficiente. De un lado, la mejor aerodinámica de las reclinadas ahorra mucho esfuerzo. De otro lado, el ir apoyados contra un respaldo hace que el pedaleo sea mucho más eficiente que en las bicis convencionales.
Marchas
Las llamadas marchas muertas son las combinaciones de plato y piñón que no pueden usarse porque la cadena quedaría demasiado oblicua. La mayoría de las reclinadas tiene la cadena más larga de lo habitual, lo que permite usar cualquier combinación de plato y piñón.
(Fin de cita) Original en: http://alinome.net/bici/rec_ventajas.es.html
En un foro me dijeron que era una “castaña” en las subidas. Puede ser pero…
Respuesta a quien piense que son una “castaña” en las subidas.
¿Has probado alguna de esas «castañas»?
Yo tengo una, ya le he hecho 4500Km y estoy supercontento.
Se puede decir que es una todo terreno pues la tengo con neumáticos de 35, doble suspensión, buje dinamo de SON, guardabarros, porta equipos y gran bolsa de trasporte. Total, 24 kilitos de nada y te puedo decir que aún con ese «lastre», el único terreno donde he de rendirme a los ciclistas mártires-masocas es la subida pero… prueba tú a subir con tu bici normal y a la espalda una mochila con… digamos de 14 a 18 cartones de leche (dejémoslo si quieres en 15 que es caja y media). ¿Me vas a explicar como subirías en esas condiciones comparado con tus compañeros que llevan sólo una cámara, la bomba y el bote de agua?.
Después de 12 años de práctica competitiva, tuve que dejar la bici hace ya 26 años (tengo 57) porque mis vértebras dorsales ya no soportaban el suplicio de la postura. Andaba buscando por Internet una de montaña con doble suspensión que me permitiese ir erguido para proteger mi espalda, cuando me tropecé con este antiguo concepto que me era totalmente desconocido y enseguida comprendí que era «lo mío».
Hoy en día, después de los Km. recorridos, tengo que recomendarla a todo el mundo debido a sus innegables ventajas.
¡Y no todas pesan como la mía! las hay desde 8Kg. Yo espero comprar otra de entre 9-11Kg con la que espero poder ir «de motorista» entre los grupos de «esforzados de la ruta» y mártires de un despropósito (tal fue a principio del siglo XX, la prohibición de la UCI para que las reclinadas pudieran participar en competiciones oficiales (porque se las empezaban a llevar todas aún conducidas por ciclistas mediocres). Ya que establecieron la uniformidad, se podían haber decantado por la mejor opción, digo yo).
Suelo hacer las bajadas sin pedalear y aún así, los ciclipinchados se me quedan de rueda a poco que se despisten, en terreno llano voy con ellos (a igualdad de fuerzas, seguro que los dejaría).
¡Ah! se me olvidaba añadir algo de mi propia cosecha a las «superiores características» de las bicicletas reclinadas y es que debido a la postura del cuerpo y a la protección de toda la espalda con el asiento, en bici reclinada pasarás MENOS frío en invierno (especialmente si el día es soleado) y MENOS calor en verano.
Este invierno me he hartado de circular con ropa de verano mientras todos los sufridores con los que coincidía iban con gorro, pasamontañas, manga y pantalón largos, botines, guantes gruesos… yo les preguntaba si es que tenían frío y ellos que que me iba a poner en verano 🙂 Como la tengo desde el verano pasado, sé lo que ponerme en verano y sé que pasaré mucho menos calor que ellos debido a que mis zonas expuestas al sol son también mis zonas mejor refrigeradas por el aire. No hablemos de la espalda que suda tanto en invierno como en verano con las primeras pedaladas aunque nunca alcanza la temperatura de una espalda a la que le da el sol «de macetilla».
Otra característica de la reclinada es su tolerancia al viento especialmente al viento contrario que en otros tiempos era mi peor enemigo (nunca lo he pasado peor que progresando por un llano con el viento en contra y los dientes en el manillar para mejorar la aerodinámica). Por su excelente aerodinámica, como ocurre en las bajadas, puedes circular tranquilamente junto a un grupo que a relevos, se machaca contra el viento mientras que a ti sólo te supone una pequeña molestia, unos pocos Km/h menos de velocidad.
Hoy mismo vengo de hacer 110 Km y no quiero ni contarte el placer que produce pasar «como una moto» a aquellos que, «cruelmente» (es un decir) te habían pasado antes en la subida previa.
No se puede «escalar» pero te aseguro que el asiento proporciona mucho mejor apoyo (y sin que sufra tu espalda) que tus propios brazos tirando hacia arriba del manillar.
Con esto ya está dicho casi todo. ¡Ahora vas y lo cascas!
Buenas tardes.
Autor: Francisco Mira